El director de orquesta karajan caminaba deprisa por una calle céntrica de una ciudad y otro hombre hacía lo mismo por una calle que cortaba. Literalmente chocaron en la esquina y ambos se sobresaltaron por el choque. ¡Imbécil! , le gritó el hombre a Von Karajan. Von Karajan se limitó a quitarse el sombrero a modo de saludo y respondió: Von Karajan.
El que quiera entender, entenderá.